LaMDA, la máquina que “parecía un niño de siete años”: ¿puede un ordenador tener conciencia? | El País.

Si le dejáramos un teléfono inteligente a Isaac Newton, quedaría totalmente hechizado. No tendría la más remota idea de cómo funciona y probablemente conseguiríamos que una de las mentes más brillantes de la historia hablara de brujería. Quizás hasta creería estar ante un ser consciente, en caso de probar los asistentes de voz. Este mismo paralelismo se puede hacer hoy con algunos de los logros de la inteligencia artificial (IA). Esta tecnología ha alcanzado tal nivel de sofisticación que, en ocasiones, sus resultados pueden agitar totalmente nuestros esquemas.
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Fuente: Diario Gestión. 



 


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